Adiós MTV, me abandonaste...
2.8.11
Sé que te conocí estando demasiado joven, pero debo decir que aún estabas en todo tu esplendor. Me parece tan raro escuchar que ya cumpliste treinta cuando puedo jurar que no fue hace tanto que te vi por primera vez. Me acuerdo bien de ese día, es que nunca había conocido algo tan lindo como tú. Hasta entonces solo había escuchado tu nombre en alguna conversación entre mis primos mayores, no sabía exactamente quién eras pero te nombraban de tal manera, te exaltaban de tal forma, que las ganas de conocerte verdaderamente me volvían loca. Y entonces apareciste. Así, cuando menos lo esperé.
Para esa época yo no sabía nada, era una nena inocente que pensaba que lo único que podía haber en la televisión era Discovery Kids, Cartoon Network y Nickelodeon, no mucho más que eso. De pronto un día se me ocurrió cambiar de canal, salta, salta y salta canales, sin encontrar nada que me interesara, estaba a punto de rendirme y volver a lo seguro cuando, de pronto, algo me atrapó. Supiste por donde llegarme MTV, me conocías a la perfección aunque yo no sabía aún nada de ti. Entre esa cambiadera de canales no me pudiste haber puesto nada más atractivo para mí que los Backstreet Boys y algo que parecía una película de terror, disparando en mi mente el recuerdo de “Thriller”, mi primer amor, aquel que conocí muchos años antes por la señal granosa de algún canal nacional.
No es que yo fuera ajena a los videos, por supuesto que no lo era, pero nunca había visto nada como tú. Me atrapaste y no me soltaste, ahí quedé, enamorada.
Fueron hermosos esos años contigo, me acuerdo cómo me presentaste a tantas bandas, cómo me mostraste el mundo y me inspiraste hasta decir basta con esos comerciales... Ay MTV los comerciales eran perfectos. Gracias a ti entendí lo que los mayores siempre intentaron decirme: existe mucha música más allá del pop. Tú me abriste los ojos. Gracias a ti conocí a Ruth y se creó en mí la ilusión de algún día ser capaz de cambiar de color de cabello todas las semanas. Por ti me escondí de mis papás para ver a muñecos de plastilina destrozándose los unos a los otros y me alegró descubrir que no era la única que odiaba los deportes y se entretenía con noticias morbosas, Daria también lo hacía, y nadie era más genial que Daria. Me enseñaste que los hombres también podían tener algo parecido a senos y llamarse Marilyn, que lo más increíble que podía haber en el mundo era la música, y que casi tanto como eso era ver como esta se fusionaba con imágenes hasta convertirse en mini películas.
Yo de verdad te amé MTV.
De repente, mis ambiciones infantiles de ser bailarina/paleontóloga/cantante/doctora/maestra fueron desechadas por un solo ideal: el de ser tuya para siempre. Mi sueño era ser Vj.
Fueron años de un romance perfecto, no puedo decir nada más que eso, aprendí de ti como no he aprendido de nadie, me sumergí en tu programación y te guardé el mejor puesto dentro de mi corazón. Que iba a saber yo que todo era demasiado bueno para durar por siempre.
Al principio el cambio fue sutil, en verdad no me afectó ver esos realitys atravesados por ahí. De hecho, admito que me entretenía ver a ocho extraños en una casa peleando, bebiendo y arrejuntándose los unos con los otros, así como Los Osbourne se convirtieron en la familia disfuncional que me hubiese encantado tener.
Sin embargo, creo que las cosas empezaron de verdad a fallar con “Newlyweds”. ¡Ay MTV! “Newlyweds” fue el principio del fin. Ni siquiera cuando mi vida era el pop soportaba a la catira simplona esa, y Nick Lachey siempre me pareció demasiado musculoso, demasiado arreglado y demasiado estúpido. Pero aún así no quise abandonarte. En el fondo soy una verdadera romántica y me gusta más aferrarme a lo bueno que a lo malo, así que te perdoné.
Sin embargo, creo que las cosas empezaron de verdad a fallar con “Newlyweds”. ¡Ay MTV! “Newlyweds” fue el principio del fin. Ni siquiera cuando mi vida era el pop soportaba a la catira simplona esa, y Nick Lachey siempre me pareció demasiado musculoso, demasiado arreglado y demasiado estúpido. Pero aún así no quise abandonarte. En el fondo soy una verdadera romántica y me gusta más aferrarme a lo bueno que a lo malo, así que te perdoné.
Reality tras reality, adolescentes malcriadas y lloronas, porristas que querían ser campeonas de motocross y lloraban porque se les rompía una uña, gente obsesionada con rumbear en un club de mala muerte en Nueva York, todo eso lo vi y lo aguanté, tragando grueso y haciendo lo posible por recordar los viejos y buenos tiempos, me mantuve optimista aún cuando muchos ya te abandonaban, te criticaban y te despreciaban. Pero lo nuestro era una verdadera historia de amor, o al menos lo fue, yo no podía dejarte ir así de fácil.
No sé exactamente cuándo colgué los guantes. No sé si fue con Gabo, con el Sexsi/Sexno o cuando simplemente me harté de escuchar a LC llorándole a Lo porque Stephen quería era a Kristin y no a ella –SUPÉRALO MAMITA ¿HASTA CUÁNDO?. Quizás habrá sido cuando un día, de repente, abrí los ojos y me di cuenta de lo que me había rehusado a ver: ya no quedaban videos. Para verlos tenía que estar bien trasnochada, pero a esas horas ya yo no podía estar ahí y lo sabías, era demasiado tarde y era mucha la espera. ¿Lo hiciste a propósito? ¿Fue todo para herirme? ¿No piensas que yo merezco más que eso?. Eso estuvo mal MTV. Eso nunca te lo podré perdonar.
Los videos eran la razón de nuestro amor, por ellos me enamoré de ti y por ellos juré quedarme contigo por siempre, pero a ti no te importó. Rechazaste mi cariño y el de millones más por un cheque de quién sabe cuántas cifras. Ahora que soy mayor lo entiendo, de verdad que sí, pero con el amor no se juega así. Ya no sé quién eres MTV.
Entonces ya tienes treinta años, hace más o menos quince te conocí y al menos unos diez duró nuestro noviazgo. ¿Parece tanto tiempo, no? Por más que me duela tu abandono, tu descuido y tu traición, nunca olvidaré lo que vivimos juntos, y ahora que estás de cumpleaños se me rompe el corazón al recordarlo, pero que bueno que ocurrió. Sé que muy en el fondo, bien escondido dentro de la madrugada, queda un poquito de lo que me enamoró de ti, mas ya me abandonaste MTV, por qué no sé, pero lo hiciste.
Este es mi último adiós MTV, pero no puedo cerrar sin antes darte las gracias. Sin ti no sería quién soy hoy, gran parte de mis ambiciones, conocimientos y personalidad te los debo. Y no habrá reality ni novelita adolescente que nos quite eso. Jamás.
Siempre te amaré MTV, aunque yo ya no sea tu prioridad.
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Introducción
Llevo toda la vida luchando contra el estereotipo de persona nula que mis papás me impusieron al llamarme María Virginia Parra. Escribo para la revista Tendencia y smartmusic.com.ve, tomo fotos de vez en cuando y puedo asegurar que cada detalle de mi vida está documentado en algún lado, de alguna u otra manera.
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