Azúcar, flores, colores y nada de Chicas Superpoderosas

Admito que pasé varios días pensando en si publicar esta entrada o no - creo que es el primer post verdaderamente personal que hago hasta ahora -, entonces me di cuenta de algo muy simple: ES MI BLOG Y ESCRIBO LO QUE ME DÉ LA GANA ¿OK? Ok. So here it is...

Estas últimas semanas no han sido muy fáciles que se diga, entre el estrés del trabajo, las hormonas y el revoltijo personal que cargo encima mi humor ha sido, sinceramente, una real mierda. Hay días en los que honestamente solo me ha provocado tirarme en la cama, ser miserable y llorar y llorar y llorar hasta que tenga que ir a la nevera a buscar unas papas que ponerme en los ojos porque por dios, tengo que salir de mi casa y no voy a dejar que nadie me vea con dos pelotas de golf en la cara.

Sin embargo, han habido otros días en los que afortunadamente me he decidido a animarme, o al menos hacer algo más productivo que secar por completo mis conductos lagrimales y revisar mi celular cada dos minutos.

De entre esas cosas productivas salió una linda daisy chain que llevaba mucho tiempo queriendo y por fin me decidí a intentar hacer yo misma. Aunque no quedó tan linda como quería tampoco salía tan horrible como imaginé que saldría (las manualidades no son mi fuerte, de verdad que no), pero aún así la saqué a pasear y a decir verdad, no sé qué clase de persona sin alma no se sentiría al menos un poquito feliz al tener una coronita de flores en la cabeza.

                         


Como es de suponer me tuve que atener a unas cuantas miradas curiosas durante toda la noche, pero en verdad no importa porque yo tengo una corona de flores encima y ellos no *inserte aquí risa maléfica*.

Pasó también que me he actualizado con unas cuantas películas que quería ver, entre ellas Kill Bill 1 y 2, así que ya por fin dejo de ser la rara que no las ha visto. Entre las otras películas terminé consiguiendo una verdadera joya (no que Kill Bill no lo sea, pero una distinta pues), de nombre The Bitter Tears of Petra Von Kant o también "lo más visualmente hermoso que se puede sacar de un solo escenario en una película de dos horas". O sea, mírenme estos screen shots, ¿quién no se va a emocionar con esos colores, esos vestidos, esas pelucas? Quiero vivir en un mundo así, de verdad que sí.








Ya para ir cerrando, porque este post se está haciendo largo y en verdad no tiene mayor propósito que hablar de mí misma y las tonterías que he hecho para sentirme mejor, puedo decir que al menos he sabido sacarle provecho a la depresión, con cosas como por ejemplo esta gratitude list , una idea que saqué de xojane.com y que espero continuar implementando, a pesar de lo tonta y new age que suena. Además, y aquí seguiré con mi self promoting, mi proyecto fotográfico ha tenido varias entradas nuevas, ya que lo había dejado en el olvido por un tiempo, al igual que mi flickr. Por lo mismo, me he dedicado a escribir algunas cositas que, de salir todo como espero, serán próximamente publicadas en otros sitios. Pero mejor no digo nada porque lo empavo.

Si no te fastidiaste de toda esta habladera sobre mí, o si lo hiciste pero de alguna manera llegaste a leer hasta este punto, te dejo este 8tracks para recompensarte, dedicado especialmente a las dos cosas sin las que no sería posible vivir y sonreír: la música y los carbohidratos (por supuesto que también lo hice yo, es que de verdad no puedo con mi narcisismo). Enjoy!.

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Introducción


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Llevo toda la vida luchando contra el estereotipo de persona nula que mis papás me impusieron al llamarme María Virginia Parra. Escribo para la revista Tendencia y smartmusic.com.ve, tomo fotos de vez en cuando y puedo asegurar que cada detalle de mi vida está documentado en algún lado, de alguna u otra manera.
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