synthetic animals like me never have a home


Hace poco estaba leyendo un artículo escrito por Tavi Gevinson para la revista POP sobre el día en que conoció a John Galliano. Además de haber pasado  el resto del día muriéndome de la envidia e imaginándome lo espectacular que debe ser tan siquiera respirar el mismo aire que Galliano, recuerdo que ella le preguntaba si su inspiración venía de ideas o imágenes, a lo que él contestaba que podía venir de todo lo que le rodeaba, desde un viaje o una exhibición hasta una señora haciendo mercado usando una bufanda de chignon


Justamente hoy recordé esa respuesta y la tuve rondando en mi cabeza por un rato, ¿por qué? pues porque en la última semana he tenido tremendo bloqueo creativo, de esos que aparecen de vez en cuando para torturarme la existencia.
Pues bien, la razón por la que me he puesto a escribir esto hoy es porque, así de la nada y quién sabe en verdad por cuánto tiempo, mi inspiración pareció regresar, esta vez a través de montones de imágenes auditivas transmitidas, principalmente, por la música que llevo ya dos días escuchando sin parar. En realidad se trata de una sola cosa: Danger Days: The True Lives of the Fabulous Killjoys , lo más nuevo de My Chemical Romance, una de mis bandas favoritas.
Y sí, estoy conciente de la ralla que significa aceptar que My Chemical Romance es una de tus bandas favoritas, dado que (lamentable y muy equívocamente si me preguntan a mí), la mayoría de la gente los asocia de una con un montón de adolescentes con cabello grasoso, delineador corrido y un iPod lleno de porquerías tipo Alessana o Tokio Hotel. Pues aseguro que yo no quepo en ese pote, dado que ni Alessana ni Tokio Hotel, ni Kudai ni ninguna basura emo pop de esas puede pasar por mis oídos sin que los pobres empiecen a sangrar y mi cerebro pida perdón por sus ofensas. 
Entonces, amo a My Chemical Romance, amo su último cd y ninguno de tus prejuicios sucios puede hacerme cambiar de opinión, así que si tanto te molestan mejor cierra ya esta ventana porque no vas a querer ver lo que viene ahora. 
Habiendo hecho esta aclaración, vuelvo al punto inicial, gracias.
De las cosas que más me gusta de MCR es la atención a las imágenes y los cambios de look que se tiran con cada disco, así como la manera en que esa estética visual te dice qué debes esperar del álbum. Tanto las imágenes y videos como el sonido de Danger Days toman obvias influencias de videojuegos, películas de acción bien ochentosas (tipo Mad Max y Blade Runner), pop art, motocross y sobre todo, cómics (con decir que Grant Morrison aparece en el video para "Na Na Na"). Aparte de los elementos en los que ellos se inspiraron, personalmente la estética me recuerda demasiado a los Power Rangers (los originales, nada de esos requemes con versiones ninjas o del futuro) así como mucho technicolor rocanrolero. 
Son todas estas imágenes las que han estado rondando por mi cabeza en estos últimos días, junto con las ganas que me da la canción "Planetary (Go!)" de robarme un Mustang convertible del 68 color amarillo o turquesa y manejar a toda velocidad por alguna de estas horribles carreteras llevándome mucha gente por delante, o el deseo que por cuatro minutos me invade de tener a alguien a quien cantarle al oído "Summertime", así bien romántico y ridículo.
Roy Lichtenstein

En fin, creo que ya llegué al punto en el que me emocioné, divagué y prácticamente se me olvidó de qué estaba hablando en el principio, así que es hora de terminar y cerrar el post, no sin antes incluir varias fotitos referenciales más. 








                                              




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Introducción


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Llevo toda la vida luchando contra el estereotipo de persona nula que mis papás me impusieron al llamarme María Virginia Parra. Escribo para la revista Tendencia y smartmusic.com.ve, tomo fotos de vez en cuando y puedo asegurar que cada detalle de mi vida está documentado en algún lado, de alguna u otra manera.
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